Leo Erazo y Justin Decker comenzaron Rogue Vine en 2011 en el garaje de la casa en Concepción.
Este dúo se conoció mientras enseñaba en la Universidad de Concepción. En Rogue Vine, elaboran vinos de las zonas de Ñipas y Guarilihue del Valle de Itata.
Trabajan con viñedos de secano en laderas que tienen una antigüedad mínima de 60 años a más de 100 años. Los suelos se componen principalmente de granito descompuesto con una mezcla de arcilla y cuarzo.
La vinificación es sencilla y emplea levaduras nativas en globos de hormigón y barricas viejas, sin correcciones, con mínimo o nulo azufre previo al embotellado.
La viticultura del Valle de Itata se practica principalmente mediante el arado de caballos y la agricultura manual.
Parte del enfoque de Rogue Vine es promover la rica cultura e historia de esta comunidad agrícola rural y abandonada durante mucho tiempo.
Leo también es el enólogo de Altos Las Hormigas en Mendoza, Argentina, y Justin es un expatriado de Indiana al que le picó el gusano del vino y formó una familia en Chile.